Erwin Miyasaka: Conoce la técnica japonesa del Karaage

La gastronomía japonesa es reconocida mundialmente por ofrecer grandes variedades de sabores, producto de combinaciones en un mismo plato y técnicas culinarias especiales. Hay ciertas normas que rigen la cocción y presentación de los alimentos japoneses, y una de las más conocidas es el “karaage”, un método japonés aplicado a diversos ingredientes como carne y  pollo, los cuales son preparados al freírse en aceite.

El “karaage” se elabora al marinar trozos pequeños de carne o pollo en salsa de soya, ajo y jengibre. Para ello, se realizan algunos cortes transversales en las partes más fibrosas y duras. Posteriormente, se recubren ligeramente con una mezcla condimentada de harina de trigo o fécula de papa, se remueve todo para que el marinado penetre profundamente en la carne seleccionada y luego se lleva en un bol a la nevera durante unos 30 minutos. Trascurrido el tiempo necesario se añaden huevos batidos poco a poco y finalmente son  freídos  en aceite, de forma parecida a la tempura.


Especialistas en comida asiática prefieren acompañar esta técnica con el uso de palillos para cocinar, para facilitar la manipulación del alimento y determinar cuándo está suficientemente crujiente.


Este alimento es muy consumido en Japón en forma de aperitivo, se caracteriza por su ligero rebozado que deja por fuera muy crujiente al pollo o la carne, y a su vez, muy suave en la parte interna. Aunque la base del karaage es la carne y el pollo, es más común su preparación solo con pollo, un alimento muy popular por ser rico en proteínas y una buena fuente de selenio, vitamina B6 y fósforo.

Este tipo de plato es muy habitual cuando se preparan comidas en las zonas rurales con grandes campos, y casi siempre, se vende en los matsuris y otros eventos en los que se monten puestos de comida.


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